Para mi la hora del planeta no deja de ser una reivindicación, algo así como una manifestación a partir de la que se diga "estamos aquí y queremos cambiar las cosas". Quien piense que se hace para lograr un ahorro energético de importancia que reduzca las emisiones asociadas, creo que no se ha enterado de nada, quien llame hipócritas a los que sólo toman estas medidas durante una hora del año tampoco, quien piense que los que la seguimos perdimos el tiempo, probablemente se ha enterado menos aun, aunque desde el respecto, toda opinión es admisible.
En un artículo de elmundo.es que quise compartir a través de twitter, se mostraban tanto la visión de un representante de WWF como de Antonio Ruiz de Elvira, físico (meteorólogo) y catedrático de la Universidad de Alcalá. Cuando lo leí pensé que no estaban tan lejos en el fondo, ya que la visión sostenibilista del asunto la compartían, pero sin en las formas. Y sobre todo, desde mi punto de vista, el físico utilizaba en ciertas fases de la entrevista argumentos fácilmente desmontables, algo demagógicos como que "Nos lavamos la conciencia asistiendo a la mani de la Puerta de Alcalá, y luego nos vamos a gastar energía y a emitir CO2." No obstante, su razones a lo largo de la declaración tomaban algo más de consistencia y se acercaban, poco a poco, al perfil de WWF, que defendía que "No se trata de ahorrar energía en un momento determinado, sino de aprovechar la extraordinaria difusión mundial de esta campaña de sensibilización para recordar lo que podemos hacer para luchar contra el cambio climático y que todos somos parte de la solución".
Como dice el refranero popular, para gustos están los colores, no obstante creo que hasta las peores opiniones, con buenos argumentos, ganan muchos seguidores y que con buenos argumentos se pueden defender mejor las opiniones.
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