Si bien es cierto que se han creado Kms de carriles bici y se ha apostado por peatonalizar grandes zonas en el centro de la ciudad, no acabamos de entender cómo se ha hecho ni, por ejemplo, las novedades de la ordenanza de movilidad de la ciudad de Madrid.
Para el Ayuntamiento es muy sencillo limitarse a decir los Km de carril bici que han creado, para nosotros, los usuarios, es muy fácil decir que no se han hecho bien. Entre sus defectos destacar que son peligrosos, estrechos, requieren de grandes tiempos de espera en los semáforos y conviven con el peatón y no con los vehículos. Esta última circunstancia choca de lleno con la modificación de la ordenanza municipal. ¿Cómo es posible que se prohíba la circulación por zonas peatonales, salvo en lugares especificamente permitidos, y que después los carriles bici discurran por las aceras? Y no dudo que las bicicletas tenemos que circular como un vehículo más, pero no a cualquier precio
Igualmente pienso que se va a producir un retroceso en el número de personas que van a utilizar la bicicleta. Quizás de un año y medio hasta ahora he podido ver cómo el uso de la bicicleta ha ido aumentando exponencialmente en Madrid como medio de transporte diario. Se nota, si uno es un poco observador no hace falta acudir a las cifras. Es cierto también que gran parte de los usuarios nuevos de la bicicleta se manejan y se sienten seguros utilizando aceras anchas y otros espacios peatonales, por las que se pueden mover de maravilla con bicicletas urbanas y plegables, de pequeño tamaño y mucho más ágiles. No hay que ser un lince para pensar que parte de estos "nuevos ciclistas de diario", por entendernos, no se van a sentir lo suficientemente seguros en la calzada ahora que deben llevar un timbre y luces para ser vistos, o ahora que pueden ocupar el carril por el centro o cuando la distancia y la velocidad de los velocidad de los vehículos colindantes tienen que atender a unos mínimos y máximos, respectivamente.
Sinceramente pienso que no es suficiente. No basta con modificar la normativa, malconstruir carriles en las aceras y no pensar, para nada en la integración de la bicicleta en la calzada, que es lo que finalmente, en el centro de la ciudad, permitirá creer en ella como medio de transporte.
Apostamos por la bici, pero no a cualquier precio, y la seguridad es un precio muy alto
Y por cerrar con otra pequeña crítica esta entrada, mencionar la reciente remodelación de la calle Serrano y su "camuflado" carril bici. Un carril que en el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) de 2009 no se cansaron de enseñar en el videomontaje realizado para la futura remodelación. Hoy, por fin terminadas las obras, la realidad es distinta. El carril bici se ha quedado reducido a un estecho espacio ubicado en una enorme acera, que ni siquiera está pintado del representativo color rojizo y que no es respetado ni por las propias farolas, que poca culpa tienen. Es el ejemplo claro de una lucha de intereses que se ha decantado por una solución salomónica, que contenta a los comercios de lujo de la calle, que se negaban en rotundo a tenerlo en su exclusiva calle, ya que el carril no se ve, y contenta al consistorio, que puede decir que ha remodelado la calle y que además hay un carril bici. Por el contrario, no creo que deje satisfecho al verdadero usuario, al ciclista.
Pienso que estamos lejos de otras ciudades españolas y sobre todo europeas en las que hasta está permitido que las bicis circulen en dirección contraria, iniciativa que aquí se ha quedado en una excepción. Aun así, tendremos que conformarnos con el lado positivo; donde antes no había nada ahora, al menos hay un pequeño carril bici "fantasma". Así empiezan muchas veces las cosas, para bien o para mal.
En la web www.enbicipormadrid.es podrás ver multitud de fotos y un completo artículo sobre este carril bici.
